A la verde, verde, a la verde oliva,
donde cautivaron a las tres cautivas.
El pícaro moro que las cautivó,
a la reina mora se las entregó.
-¿Cómo se llamaban estas tres cautivas?.
-La mayor, Constanza, la menor, Lucía,
y a la más pequeña, llamaban Rosalía.
-¿Qué oficios daremos a las tres cautivas?.
-Constanza amasaba, Lucía cernía
y la más pequeña, agua les traía.
Yendo un día por agua a la fuente fría,
se encontró un anciano que de ella bebía:
-¿Qué haces ahí, buen viejo, en la fuente fría?.
-Estoy aguardando a mis tres cautivas.
-Padre, usted es mi padre, y yo soy su hija;
Voy a darles parte a mis tres hermanitas.
-Ya sabes, Constanza, ya sabes, Lucía,
como he visto a padre en la fuente fría.
Constanza lloraba, Lucía temía,
y la más pequeña, así les decía:
-No llores, Constanza, no llores, Lucía,
que viniendo el moro larga nos daría.
La pícara mora, que las escuchó,
abrió la mazmorra y allí las metió.
Cuando vino el moro, de allí las sacó,
y a su pobre padre se las entregó.
donde cautivaron a las tres cautivas.
El pícaro moro que las cautivó,
a la reina mora se las entregó.
-¿Cómo se llamaban estas tres cautivas?.
-La mayor, Constanza, la menor, Lucía,
y a la más pequeña, llamaban Rosalía.
-¿Qué oficios daremos a las tres cautivas?.
-Constanza amasaba, Lucía cernía
y la más pequeña, agua les traía.
Yendo un día por agua a la fuente fría,
se encontró un anciano que de ella bebía:
-¿Qué haces ahí, buen viejo, en la fuente fría?.
-Estoy aguardando a mis tres cautivas.
-Padre, usted es mi padre, y yo soy su hija;
Voy a darles parte a mis tres hermanitas.
-Ya sabes, Constanza, ya sabes, Lucía,
como he visto a padre en la fuente fría.
Constanza lloraba, Lucía temía,
y la más pequeña, así les decía:
-No llores, Constanza, no llores, Lucía,
que viniendo el moro larga nos daría.
La pícara mora, que las escuchó,
abrió la mazmorra y allí las metió.
Cuando vino el moro, de allí las sacó,
y a su pobre padre se las entregó.
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